El archivo personal de Enrique Kerlegand

TIEMPO DEL RECUERDO: Como lo hago regularmente, me metí a mis archivos y encontré interesante documentación de lo que sucedía allá por el mes de agosto de 1963, escritos del colega recientemente desaparecido Pepe Reyna. Era corresponsal de la revista Súper Hit, sus artículos y sus "Codazos" con muchos temas del beisbol. Este servidor guarda enorme cariño por esta revista en donde colaboré más de 12 años, como reportero y llegué a ser subdirector varios años.
Reyna, escribe del potosino Genaro Puente que fue segunda base de los Sultanes de Monterrey pero también jugó en otros circuitos como la Liga del Noroeste. Puente no jugó mucho tiempo en la pelota profesional, pero lo suficiente para mostrar sus magnificas facultades. Nació en 1941 en la ciudad de San Luis Potosí.
En sus "Codazos" regiomontanos, Pepe Reyna escribe de la temporada 1963 que ganaron los Pericos de Puebla y critica a Anuar Canavati que no puso interés en hacer mejores contrataciones para que los Sultanes volvieran a coronarse. Ahora se conforman con ser subcampeones, por el campeonato de 1962 bajo las órdenes de Clemente "Sungo" Carrera. También menciona al joven Héctor Espino que junto con el pitcher nudillero Tony Dicochea sonaban para ir a jugar con el equipo de Jacksonville que entonces era sucursal de los Indios de Cleveland.
AHORA encontramos aquella invitación que hicieron los directivos de los Diablos Rojos de México, ofreciendo un coctel a los representantes de medios de comunicación con la noticia de que nombraban a Tomás Herrera nuevo manager del equipo desde la temporada 1963. Pensaron primero en un manager conocido y trataron de contratar a Memo Garibay pero este ya se había arreglado con los Petroleros de Poza Rica.
Tomás había sido coach de pitcheo de Wilfredo Calviño que era el manager de los Diablos, pero en medio de la alegría por la fiesta también se pensaba que era un paquete para el nuevo manager. No se contaba con un club completo, hacían falta mejores jugadores, también porque desde 1956 que los dirigió Lázaro Salazar, ningún manager que inició pudo terminar entre 1957 y 1962. Pero Tomás si la hizo, ese año de 1963 empezó y terminó, estuvo metido en la pelea del campeonato que lograron los Pericos de Puebla que tuvieron un gran equipo bajo el mando de Tony Castaño.
La directiva le dio a Tomás una pléyade de novatos que encabezaban Manuel Salinas, Chucho Lechler, Gonzalo Villalobos, Andrés "Avestruz" Rivera, etcétera, pero al equipo le faltaba pitcheo y un par de buenos bateadores. Pero Tomás seguía con su carácter explosivo, se recuerdan sus broncas contra el ampáyer Pancho Alcaraz, el pitcher Cueto, etcétera. Una más de las muchas que tuvo contra Chito García que era el manager de los Tigres. Pero cerró bien la temporada, con menos broncas y un equipo que le respondió. No se esperaba. Ese fue el principio de su carrera como manager.
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