Globe iconLogin iconRecap iconSearch iconTickets icon

El juego perfecto de Cuevas en 1953

Hazaña conseguida con los Tecolotes de Nuevo Laredo
March 20, 2015

México, D.F. (Tomás Morales) 19 de marzo.- Fue el 14 de agosto de 1953 que, en una difíicil temporada de la Liga Mexicana, se logró una hazaña que de una manera salvó el año beisbolero, ya que esa noche en lo que quedaba de Parque Delta, el pitcher derecho Ramiro Cuevas, nativo de San Luis Potosí, lanzó el primer juego perfecto en la historia del circuito.

Un año antes, la Liga Mexicana estaba teniendo una gran campaña cuando un domingo durante un juego del Águila de Veracuz contra Diablos Rojos, en el Parque Delta, tuvimos un lleno completo, pero parte de la tribuna de preferente se colapsó al ser vencida la madera por el paso de los años.

Hubo desgraciadamente dos aficionados muertos y varios heridos, por lo que el Parque Delta fue cerrado por un tiempo y cuando se volvió a abrir le habían rebajado la mitad de las gradas, quitando incluso todas las de sol para colocar provisionalmente de esas gradas metálicas que se usan en los desfiles del 16 de septiembre.

Pero esa noche del 14 de agosto de 1953 fue inolvidable, con Ramiro Cuevas como abridor de los Tecolotes de Nuevo Laredo manejados por el famoso manager Adolfo Luque y Diablos Rojos del México manejado por "Chile" Gómez poniendo de abridor a Juan Conde, un pitcher derecho de color nacido en Veracruz.

En la tercera entrada los Tecolotes lograrían la que sería la única carrera del partido con sencillo de Pepe Adam, toque de sacrficio de Ledesma y hit productor de fmoso Grillo Serrell.

Cuevas había retirado la primera entrada dominando a Gilillo Villarreal en rola al short Ledesma, ponchando a Celón Zendejas y "Chimuelo" Garaza dando otra roa al short. En el segundo inning, Claudio Solano elevó al central Pepe Adam, mientras los zurdos Raúl Galata y Fernando García elevaron al segunda base, Barney "Grillo" Serrell. En el tercero dominan al catcher Raúl Navarro en rola al tercera Servando Capetillo, Joe González al central y el pitcher Juan Conde dio rola al short.

En el cuarto inning, Cuevas despachó a Villarreal en rola a tercera, Zendejas en elevado al central y ponchó a Graza, su primero de la noche. En el quinto llegó a 15 outs seguidos con Solano dando rola al short, Galata eleva al primera base "Chorejas" Bravo y García eleva al central.

Para la sexta se sumaron 18 retirados en orden con Navarro roleteando al short, González se poncha y Conde roletea al short.

El juego seguía 1-0 a favor del Tecolotes para el cierre de la séptima, que es el momento en que Cuevas está  a punto de perder el juego sin hit. Villarreal, primero en el orden rojo, conectó una línea candente que parecía se iba de hit al prado derecho, pero el segunda base "Grillo" Serrell dio un gran brinco y se quedó  con la pelota para la jugada de la noche.


FOTO: Ramiro Cuevas, quien se inmortalizó el 14 de agosto de 1953.

Zendejas roleteó a tercera y Garza elevó al izquierdo donde atrapó Héctor Lara. Eran ya 21 retirados en orden y los aficionados que había, que no eran demaiados, sabían en su mayoría que Cuevas llevaba un juego perfecto.

En la octava entrada Solano elevó al central, Galata dio foul al catcher panameño León Kellman y Fernando García elevó al right, al también panameño Archie Brathwite. Ya el público estaba muy metido en el partido y aplaudió fuerte a Cuevas al regresar a la caseta. Le quedaba un inning para tratar de lograr algo nunca visto aquí, el juego perfecto.

Raúl Navarro fue el primer bateador del noveno y dio un elevado al jardín derecho. Miguel Chiquini, un catcher yucateco, fue enviado a batear de emergente por González y dio rola al short que manejó limpiamente Ledesma. Le tocaba batear al pitcher Conde y el mismo manager, "Chile" Gómez, se metió de emergente para dar rola a segunda que controló "Grillo" Serrell para lograr el último out de la hazaña. El júbilo de los ganadores y del público fue grande. Algunos se tiraron al terreno y cargaron en hombros a Cuevas hasta la caseta.

Curiosamente cada uno de los ocho compañeros de Cuevas estuvieron por lo menos en una acción en el juego perfecto.

Antes del juego del domingo, la Liga Mexicana, presidida entonces por Eduardo Quijano Pitman, le hizo un reconocimiento en el Delta. Cuevas pasó a la inmortalidad el viernes 14 de agosto de 1953.

Desde entonces, los juegos perfectos en partidos de nueve entradas han sido logrados por Horacio Piña, de Aguascalientes, en 1978 contra los Diablos Rojos; Herminio Domínguez, del Campeche, contra Córdoba en 1985; y de Oscar Rivera, contra Oaxaca, en el 2005, éste último en play off.