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Espino llega y Sultanes es Campeón

En 1962 debutó en la LMB bajo un ambiente de mucha expectación
May 6, 2015

México, D.F. (Tomás Morales) 6 de mayo.- Para la temporada 1962 había mucha expectación al comenzar la temporada, ya que los Sultanes de Monterrey iban a presentar a un novato del que se decían muchas cosas buenas, Héctor Espino, quien había tenido buenas temporadas ya con los Tuneros de San Luis Potosí en la Liga Central y con los Naranjeros de Hermosillo en la Liga Sonora-Sinaloa.

Héctor Espino fue al poco tiempo el mejor bateador del beisbol mexicano y actualmente se le recuerda como el rey de los cañoneros en la pelota que se juega en México, dejando infinidad de records en verano y en invierno.

Pero en 1962 Espino era un novato que tenía que probar que podía jugar bien en la Liga Mexicana y ese fue el año en que, con el cubano Clemente "Sungo" Carrera como manager, los Sultanes armaron un muy fuerte equipo con Jaime Corella de catcher, Alonso Perry que regresaba a la Liga Mexicana tras dos años de suspensión, en la primera base, Vinicio García en segunda, Lázaro Terry en el short, Alfredo "Yaqui" Ríos en tercera; mientras el novato Héctor Espino apareció en el jardín izquierdo, Artie Burnette en el central y Juan Delís en el jardín derecho.

Espino comenzó con el pie derecho y para el final de la temporada era Monterrey el campeón de 1962 con récord de 77-53 y siete juegos de ventaja sobre el Águila de Veracruz, con el favorito Diablos en tercero a 10 juegos. Ese año los Rojos se habían reforzado con el famoso Sandy Amorós, con Ossie Álvarez y Héctor Rodríguez.

Ese primer año en que Espino fue elegido por unanimidad como "Novato del Año", el joven nacido en Chihuahua bateó para .356, el segundo mejor average del equipo detrás del cubano Juan Delís, que tuvo .365, conectando 23 jonrones y empujando 105 carreras.

Vinicio García bateó .331, Corella para .337, Alonso Perry con .317 en su retorno con 16 cuadrangulares y 105 empujadas, mientras "Yaqui" Ríos tuvo .305 en su average ofensivo. También tuvieron a William Parsons, "Gallina" Peña, Jesús "Bronco" Rosales,

En el pitcheo el gran estrella lo fue Panchillo Ramírez, del que se pensó estaba cerca del final al perder velocidad, pero se reinventó y al pasar al Sultanes procedente del Diablos dio una gran campaña en 1962 con 18 ganados y nueve perdidos. Parte importantísima lo fue el zurdo cubano Mike Cuellar, quien se había lesionado el brazo el año anterior, pero que con Sultanes se recuperó tanto que tras ganar 11 juegos contra seis derrotas al año siguiente estaba de regreso a Ligas Mayores y terminó ganando un trofeo Cy Young con los Orioles de Baltimore, en donde también se llevó un anillo de Serie Mundial.

El cubano Evelio Hernández, también con experiencia de Grandes Ligas, ganó 11 y tuvo sus buenos años con Monterrey. Evelio mejoró el récord de 21 ponches implantado en la Liga Cubana Amateur por Julio "Jiquí" Moreno, al dar 22 ponches en un juego de aquel circuito. "Mulo" Alvarado y los cubanos Tony Díaz y Juan Piedra aportaron ocho triunfos.

Fue el primer año de "Sungo" Carrera como manager en la Liga Mexicana y en la Liga Cubana había llevado al Almendares a un campeonato y a un triunfo en la Serie del Caribe.

La presentación de Espino en el Parque del Seguro Social en ese 1962 provocó una buena concurrencia y en su primer turno al bat dio línea de hit al central.


FOTO: Héctor Espino atrajo a miles de aficionados a los parques de la LMB.

En otra serie en el Parque del Seguro, el 27 de junio, los Diablos se jugaron su última carta ya que se habían rezagado respecto al líder Sultanes y cuando se enfrentaron estos dos equipos hubo muy buenas asistencias. Monterrey ganó el primero de la serie y luego en el segundo, Espino dio a los aficionados de la capital la primera señal de su grandeza, ya que en este nuevo triunfo de los Sultanes por 7-2, Espino conectó jonrón, su primero en la capital, doble y sencillo para producir cuatro de las siete carreras.

Durante este juego el manager rojo, Wilfredo Calviño, cubano también, fue insultado por los aficionados al regresar a la caseta en un cambio de pitcher y como se paró a contestar verbalmente las imprecaciones, al día siguiente fue cesado como timonel.

Había nacido para la Liga Mexicana en 1962 el mejor bateador mexicano que se ha visto, el formidable Héctor Espino. Ese año empató con su compañero Perry el título de carreras empujadas, con 105 cada uno, mientras Mike Cuellar fue líder en ponches con 134.

En uno de los Juegos de Estrellas de ese año, en Veracruz, jugaron Mexicanos contra Extranjeros, y por única vez en la historia vimos el duelo entre Mike Cuellar lanzando y Espino bateando, los dos del Monterrey. Fue una batalla que emocionó al lleno completo en el Parque Deportivo Veracruzano y resultó el momento culminante del partido. Al final, la lucha la ganó Cuellar con Espino abanicando el tercer strike.

Ese mismo año el catcher Corella y el antesalista "Yaqui" Ríos fueron parte del Equipo Ideal de Fildeo, mientras Juan Delís resultó el líder en dobles con 37.