LMB: El Fantástico Mundo del Beisbol
A petición de los amigos que han solicitado publique anécdotas del beisbol, esta parte del querido deporte que agrada a los aficionados, como las publicadas en mi libro El Fantástico Mundo del beisbol. Con todo gusto veamos ahora algunos de esos sucesos: Sucedió a los Ganaderos de Tabasco a fines
A petición de los amigos que han solicitado publique anécdotas del beisbol, esta parte del querido deporte que agrada a los aficionados, como las publicadas en mi libro El Fantástico Mundo del beisbol. Con todo gusto veamos ahora algunos de esos sucesos:
Sucedió a los Ganaderos de Tabasco a fines de la década de 1980 cuando todavía llevaban este apodo, los bautizó Beto Tapia que era el dueño del equipo, un directivo de excelente carácter con quien se pasaba uno buen rato por su manera especial de ver el beisbol. Recuerdo que necesitaba un bateador, zurdo de preferencia y recurrió a sus contactos en Estados Unidos. Pero no lo trató él directamente, que entre otras cosas Beto hablaba buen inglés.}
Mario Saldaña era el gerente administrativo del equipo y fue quien hizo contacto con los Cachorros de Chicago. Llevaban buenas relaciones con esta organización de Ligas Mayores, desde que Raúl Cano abrió esta puerta en 1982 que dirigió a los Ganaderos, que entonces eran Plataneros de Tabasco.
Aparentemente todo quedó arreglado, los Ganaderos quedaron contentos porque ya tenían a su primera base zurdo que tanto necesitaban. Dos días después llegó el refuerzo y esa noche se abría serie en el Centenario de Villahermosa, Tabasco. Beto Tapia Llegó temprano, preguntando por su nuevo refuerzo. Pero no era primera base, zurdo si pero resulta que era pitcher.
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Tomás Herrera llegó a Ciudad Obregón dirigiendo a los Mayos de Navojoa en la entonces Liga Invernal de Sonora, hoy LMP. Enfrentó al equipo local y en un momento de apuro de los Yaquis, su rival, el manager Manuel Magallón tomó la decisión de traer al relevista zurdo Héctor “Pepino” Azamar. Esto sucedió en los años sesenta.
Este enfrentó a un bateador zurdo y casi se nublaba el parque de beisbol con la cantidad de patos que volaban por ese rumbo. “Pepino” acostumbraba alargar las manos preparando su pitcheo, en eso estaba cuando de pronto un pato cayó entre sus brazos. Aparte del momento cómico pues el pitcher se llevó buen susto. No había regla para eso y el juego continuó.
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Otra de Tomás Herrera en Puebla, cuando se jugaba en el viejo parque Ignacio Zaragoza. Resulta que Ronnie Camacho dio jonrón que se fue por la raya del jardín izquierdo, al menos así lo dio el ampáyer Armando Rodríguez que estaba trabajando en home. El batazo fue contra el pitcher Silverio Pérez de los Diablos Rojos de México.
Silverio protestó diciendo que eso había sido faul, hasta que Armando lo expulsó del juego, ambos eran cubanos, después de la expulsión Tomás habló con Silverio quien le platicó que Armando era un mal agradecido. Cuando llegó de Cuba no tenía trabajo y lo invité a quedarse en mi casa. El manager, en un intermedio del juego, se acercó al ampáyer diciéndole que era injusto con Silverio, que este ya le había dicho de la invitación a quedarse en su casa. , poco después Silverio tomó sus cosas y le dijo al manager si le permitía irse al hotel. Así sucedió sin embargo el dugout del equipo visitante estaba por el lado de tercera y para salir por fuerza tenía que pasar atrás del ampáyer. Cuando Silverio pasó rumbo a la salida, Armando se quitó la máscara, vio a Silverio y le dijo "¡Chismoso!".