LMB: El Fantástico Mundo del Beisbol
(TIEMPO DEL RECUERDO: Hay recuerdos que se convierten en olvidos. Otros hay que se quedan para siempre, y son entonces presencia permanente. Así encabezó el licenciado Armando Fuentes Aguirre “Catón” el prólogo para mi libro El Fantástico Mundo del Beisbol, lo que le agradezco como amigo y sus atenciones colaborando
(TIEMPO DEL RECUERDO: Hay recuerdos que se convierten en olvidos. Otros hay que se quedan para siempre, y son entonces presencia permanente. Así encabezó el licenciado Armando Fuentes Aguirre “Catón” el prólogo para mi libro El Fantástico Mundo del Beisbol, lo que le agradezco como amigo y sus atenciones colaborando con todo el interés que puso para hacer esta edición hace algunos cuantos años.
Ahora hago con esto un compás de espera de todo lo que está sucediendo con los mexicanos como Julio Urías que están brillando intensamente en la postemporada de las Ligas Mayores, sobre todo este último que está siendo quien se roba el show en las filas de los Dodgers de Los Ángeles.
Este libro lo dediqué a todos los aficionados jóvenes que ahora siguen el beisbol con mucho entusiasmo, y los veteranos para recrearse con muchas cosas que ya conocen pero que será muy interesante plasmarlo como recuerdo de tantas anécdotas y las historias que siempre han sido bienvenidas.
Recuerdo el caso de los Mansur y la pugna con el “Gallego” Ángel Vázquez. Los Mansur arribaron a la LMB en 1972, hicieron que los Cafeteros de Córdoba volvieran a la LMB. Y desde entonces se formó una lucha con Vázquez, todo por la manera que el presidente de los Diablos buscó la manera de quitarles al pitcher dominicano Silvano Quezada que en esa campaña ayudó a los Cafeteros a ganar el campeonato.
Ángel movió sus contactos y logró que los Piratas de Pittsburgh compraran el contrato del pitcher dominicano. Por ese tiempo todavía no se utilizaba el reglamento del derecho de retorno de todos los equipos del circuito de verano. De hecho este caso logró que se implantara, algo que se entendía que jugador que se iba a un nivel más alto se daban todas las facilidades para que el jugador ascendiera, pero si regresaba tenía derecho el club que lo tenía en la LMB. Siempre y cuando si el equipo le abriera las puertas nuevamente.
Pero, mientras no llegaba este acuerdo, Quezada ya había sido adquirido por los Diablos pero nunca se reportó. Eso provocó que Ángel Vázquez pidiera que la LMB hiciera una asamblea para discutir el caso. Finalmente en dicha asamblea se hizo un sorteo y lo ganó Alijadores de Tampico para quedarse con Silvano mientras se tomaba una decisión del futuro del famoso lanzador.
Quezada tuvo su mejor campaña pero la liga ya había decidido suspenderlo de por vida. No volvió a jugar en la LMB. Pero ese episodio trajo algo que jamás nos imaginamos. Después de la huelga de jugadores en 1980, cuando pararon 14 equipos, se produjo una sorpresa mayúscula al divulgarse que Ángel Vázquez vendió la franquicia de los Diablos y los compradores fueron los Mansur. Encabezados por Chara Mansur, en 1981 los Mansur ganaron el campeonato en una final ante los Broncos de Reynosa. Quien lo iba a decir.