LMB: Recuerdo de 1993, más fresco que nunca

Ciudad de México (www.lmb.com.mx / César Patricio Queijeiro) 16 de agosto de 2021.- Olmecas de Tabasco vive un déjà vu. La ciudad de Villahermosa, Tabasco, tiene las mismas sensaciones vividas en 1993, año en que consiguieron su único título de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).

En 2012 jugaron por última vez una postemporada y en 2013 perdieron el juego de comodín. Pero hay una diferencia entre los planteles que se han quedado en el camino y el actual: la comunión que hay en el clubhouse.

La última vez que ganaron una primera instancia de postemporada fue en 2005, año en el que vivía una de sus tres etapas en el club Dioscórides Zurita, quien hoy es Gerente de Mercadotecnia y comentarista de los Olmecas y que señaló algunas similitudes entre ambos planteles.

“En 2005 nos ayudó el temporadón de Donzell McDonald que fue parecido a lo que hizo este año Herlis Rodríguez. También recuerdo a Oswaldo Fernández, Jesús ‘Chito’ Ríos, que tomó un segundo aire y brazos jóvenes como Joel Vargas, Dionicio González. Ambas temporadas hubo buenos relevistas y además han sido de los dos lineups más bateadores en la historia de la franquicia”, recordó.

En el amanecer de la campaña 2021 los chocos comenzaron con marca de 1-6. La historia de los últimos nueve años parecía repetirse, 1993 sonaba nuevamente lejano e inalcanzable. En el último tercio del rol regular, cerraron con marca de 15-7, lo que les permite ser de las novenas que más enrachadas llegaron a postemporada.

Los equipos del sur suelen tener excelentes staffs de pitcheo. Este 2021 el de Olmecas fue el mejor de toda la Liga en porcentaje de carreras limpias admitidas con 3.56. Tuvieron tres lanzadores entre los 10 mejores de ese rubro de manera individual: Luis Escobar (1° de la Liga con 2.54 de PCLA), Ignacio Marrujo (7° con 3.51 de PCLA) y Juan Pablo Oramas (8° con 3.62 de PCLA).

Precisamente Oramas, oriundo de Villahermosa, vivió ese título siendo un niño de tres años de edad y hoy es un símbolo del equipo. El lanzador recordó como en las postemporadas, cuando él era un menor, llegaba con su familia hasta cuatro horas antes para tomar buen lugar en la zona de sol.

“Contentísimo, cómo no disfrutar algo tan especial estando en mi propia casa, darle la oportunidad a la afición de aspirar a un campeonato. Hemos demostrado mucho, jugamos bien ante un tremendo rival que fue Pericos”, mencionó el ‘Tigre de las Gaviotas’.

En las oficinas de los Olmecas también hay gente que se identifica con el equipo más allá de lo laboral. Silvia Juárez llegó en el 2000 a la entidad como asistente de presidencia y además ha estado en el área contable y actualmente es la stringer del equipo y asistente del Lic. Juan Carlos Mansur, Presidente Ejecutivo del equipo.

Silvia siempre fue aficionada del club para el que hoy tiene más de dos décadas laborando pero sabe lo complicado que es llegar a las instancias en las que hoy están los chocos. “De niña escuchaba el beisbol con mi padre, después en el club no te puedo explicar personalmente la alegría que siento al estar dentro, tengo esperanza de llegar lejos”, expresó.

Tanto Silvia Juárez como Dioscórides Zurita recuerdan muy bien 1993. Recuerdan a la gente haciendo largas filas, durmiendo afuera del estadio, trepando árboles para lograr ver algo de los juegos. Zurita estuvo en cada juego de la memorable postemporada de 1993 y con su trabajo en el equipo aceptó que llega a ser frustrante el no llegar a playoffs y ahorita ambos disfrutan al máximo sin importar que eso aumente la carga de trabajo.

“Tenemos la ilusión, tantos años sin calificar, uno se desilusiona. Hoy empiezo a ilusionarme, el equipo cerró bien, se juega a la pelota en el momento más trascendental, siento al equipo más inspirado, hay que ganar 16 juegos y apenas van cuatro. Yucatán será un rival difícil. Me gusta la mística, me gusta cómo lleva el equipo Pedro Meré: es un equipo sólido en el bateo, aquí no hay una gran figura, cualquiera en el lineup batea bien a la hora cero”, subrayó el cronista.

Silvia Juárez en las oficinas y Juan Pablo Oramas dentro del clubhouse coinciden en el principal factor para la gran campaña: la armonía del equipo. No hay pequeños grupos y todos trabajan con un mismo objetivo.

“Internamente estamos muy unidos. Hay mucha química en este equipo. Los jóvenes se acercan a los de experiencia. Al ser una franquicia con solo un campeonato hace que nos sintamos más orgullosos, eso da un mejor sabor de boca, viene de un equipo que no creían que podría llegar lejos”, comentó el serpentinero, mientras que Juárez apuntó que también existe unión entre la parte deportiva y la administrativa.

Sobre Pedro Meré, manejador del equipo, el ‘Tigre de las Gaviotas’ expresó que es muy experimentado, tranquilo y que los deja jugar libremente, además de ser profesional y con experiencia.

Hoy todo Tabasco está con la mirada puesta en las 108 costuras, los de más edad piensan en 1993. Gente con recuerdos de aquel año da su máximo en el equipo para repetir la hazaña, algunos dentro del diamante y otros detrás del escritorio.