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Los 18 ponches de Lino Donoso

Una velada mágica protagonizada por el cubano en 1951
March 9, 2015

México, D.F. (Tomás Morales) 9 de marzo.- Fue el miércoles 21 de marzo de 1951, en los albores de la temporada, que el pitcher zurdo cubano Lino Donoso logró lanzar una joya de pitcheo en Nuevo Laredo durante una victoria de 12-0 para su equipo Águila de Veracruz, en que solamente aceptó un hit y ponchó hasta 18 bateadores para empatar la marca impuesta por el inolvidable Martín Dihigo.

Donoso fue un pitcher zurdo cubano que dominó el panorama de la Liga Mexicana de Beisbol en la década de los cincuenta y que interesó tanto a los Piratas de Pittsburgh que lo tuvieron con el equipo de la Liga Nacional un tiempo. Y ese juego de 18 ponches, bajo las candilejas en Nuevo Laredo, fue una de las razones por la que los buscadores de Grandes Ligas se interesaran en él.

Muy hablantín como la mayoría de los cubanos de antes, Donoso era difícil de entender cuando hablaba, ya que lo hacía muy rápido y en ocasiones parecía que estaba hablando algo diferente al español. Al jugar con el Águila, decidió dejar la Cuba donde nació y quedarse a vivir en el puerto jarocho en donde era muy conocido y popular.

En ese juego del 21 de marzo el único hit contra él fue un sencillo del "Chino" Guajardo en la cuarta entrada, aunque por la misma gran velocidad que mostró, dio hasta siete bases por bolas por lo que dominó a la hora buena cuando los fronterizos tenían la oportunidad de anotar.

Y mientras Donoso ponchaba a los 18, los Tecolotes batearon hasta 13 hits para convertir en perdedor al también cubano pero derecho, Pedro Antúnez. Mario Ariosa y el "Apagón" Morales conectaron triples y los mejores bateadores del Águila lo fueron con dos hits, los cubanos Tony Castaño y Mario Ariosa, así como el mismo "Apagón" Morales y el catcher yucateco Miguel Chiquini. Las dos primeras carreras del Águila en un rally de tres en la tercera entrada fueron empujadas con hit de Miguel Chiquini.

El ponche 18 de Donoso llegó en la novena entrada y en esa temporada de 1951 terminó con un récord de 14-14 pero con un excelente promedio de 2.65 en carreras limpias. Con mejor ayuda ofensiva de sus compañeros habría ganado 20 juegos posiblemente.

Su mejor oportunidad en las Ligas Mayores la tuvo en la temporada de 1955, cuando el manager Fred Haney lo puso como abridor y relevista para récord de 4-6. Un año después sólo tuvo cuatro juegos sin decisión y lo regresaron a la Liga Mexicana con el Tigres que fue su sucursal de 1955 a 1958.

En 11 temporadas de Liga Mexicana tuvo récord de 118-84 con un excelente promedio de 2.92, ganando 18 juegos con el Águila campeón en 1952 y 17 en 1953. Con Tigres de 1956 dio números de 6-4 y 2.90 para mejorar a 8-2 en 2.57 con los mismos felinos manejados por Chuck Genovese. Regresó al Águila de su querido Veracruz en 1959 para tener un gran año de 16-10 y 2.84. Sus últimas cuatro temporadas fueron con el Águila y ponchó a un total de 1230 bateadores en 1789 entradas de trabajo. El ponche era su marca registrada y como muestra está el juego de los 18 abanicados con los que empató el récord.

En la Liga Invernal Veracruzana fue parte importante de los Pericos de Puebla que ganaron el campeonato 1958-59 y logró ser pitcher campeón con 2.75. Llegó a jugar en la fuerte Liga Cubana con lo Azules del Almendares.


FOTO: Lino Donoso, el protagonista de esa noche memorable desde el montículo.

En la temporada de 1957, Donoso se casó en el diamante del Parque del Seguro Social cuando era parte de los Tigres. En 1988 fue elegido al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano junto al gran gerente Arnulfo Rodríguez de los Diablos Rojos y el también pitcher Horacio Piña. Lo llamaban "Chucumite" en un apodo que traía desde que el habanero llegó de Cuba.

Después de la temporada de 1957 en que lanzó con Tigres, Donoso reforzó al Diablos Rojos en una serie contra un equipo de estrellas de la Liga de Texas y ganó un juego.

Al ser llevado por los Piratas a la Liga de la Costa del Pacífico en 1954 con los Estrellas de Hollywood tuvo una gran campaña de 19-8 y 2.37, lo que le ganó un lugar con los Piratas en 1955. Su mejor juego en Ligas Mayores fue el del 16 de julio de 1955 en que abrió y completó el partido para ganar 5-1 a Cardenales, venciendo al también pitcher zurdo, pero de Puerto Rico, Luis Arroyo. Lanzó nueve entradas en cinco hits y una carera que fue jonrón de Ken Boyer, ponchando a cinco. El 12 de septiembre del mismo 1955 le ganó al mismo Cardenales 9-3 completando el partido y recibiendo dos jonrones del muy famoso Stan Musial. Ya en ese 1955 y 1956 estaba Roberto Clemente como joven jardinero con los Piratas.