LMB: Top ten bateadores más difíciles que enfrentó 'Pancho Ponches'
Ciudad de México (lmb.com.mx) 14 de noviembre.- Francisco Campos (Guaymas, 1972) brilló desde la lomita de las responsabilidades en la Liga Mexicana de Beisbol a lo largo de 25 temporadas. El lanzamiento de tenedor lo llevó a convertirse en apenas el decimocuarto serpentinero en la historia del circuito veraniego en
Ciudad de México (lmb.com.mx) 14 de noviembre.- Francisco Campos (Guaymas, 1972) brilló desde la lomita de las responsabilidades en la Liga Mexicana de Beisbol a lo largo de 25 temporadas.
El lanzamiento de tenedor lo llevó a convertirse en apenas el decimocuarto serpentinero en la historia del circuito veraniego en alcanzar los 200 triunfos.
'Pancho Ponches' se retiró como el cuarto lugar en todos los tiempos en chocolates recetados con 2,181; cinco ocasiones encabezó la LMB en ponches; tres veces fue líder de efectividad; y en 2004, con Piratas de Campeche, se convirtió en apenas el sexto lanzador de toda la historia de la LMB en obtener la Triple Corona de pitcheo (12-2 en ganador y perdidos, con 99 ponches y 1.47 PCL).
En total realizó 494 apariciones, 476 de ellas como abridor, terminó con marca de 200-148 y una efectividad de 3.35 de carreras limpias en 3038.1 entradas de labor.
Pese a su dominio desde el centro del diamante, Francisco Campos admite que hubo diez bateadores que le quitaron el sueño a lo largo de su carrera.
Conoce, en palabras del popular 'Pancho Ponches', a los bateadores que descifraron los secretos de su tenedor.
10. Manny Rodríguez
Bateador muy inteligente y selectivo. No te regala ningún turno. Todos y cada uno de ellos te los pelea siempre al máximo. El “Manny” es un bateador de líneas, la mayoría de ellas por arriba de la segunda base. Lo enfrenté quince años y siempre se me complicó.
9. Barry Bonds
Me tocó enfrentarlo en 2002 y en 2003 en pretemporada de Grandes Ligas. Él con Gigantes de San Francisco y yo con Cerveceros de Milwaukee.
Lo ponché la primera vez. Era tan inteligente que de inmediato se dio cuenta de que mi lanzamiento principal era el tenedor. En el segundo turno que lo enfrenté, y al primer tenedor que le lancé, me conectó un cuadrangular panorámico.
En total nos enfrentamos ocho ocasiones: me conectó cuatro hits, incluido ese jonrón.
8. Julio Franco
El dominicano se paraba de una forma muy peculiar, pero a la vez elegante. Cuando tú lo veías en la caja de bateo pensabas “me está regalando el turno”.
Se colocaba como medio metro detrás de home y muy afuera. Al ver eso, tú como pitcher te animabas a lanzarle afuera, pero era una trampa. Él tenía mucho alcance por sus brazos tan largos y te castigaba si le lanzabas en esa zona.
7. Juan Carlos Canizales
El “Canelo” era algo impresionante: siempre hacía un buen contacto y no te perdonaba ningún error. Su gran ventaja en la caja de bateo era ser ambidextro. A mí siempre me enfrentó como zurdo.
Era un bateador muy inteligente: miraba a los pitchers, era muy observador y cualquier movimiento distinto que hicieras, él te lo detectaba y te castigaba.
En una ocasión me dijo “Pancho, yo sé cuando vienes con el tenedor y cuando vienes con recta”.
6. Erubiel Durazo
Era un bateador muy selectivo. Con mucho poder y con mucha inteligencia. Conforme más le lanzaba, le fui agarrando el modo, pero con cualquier equivocación, con cualquier lanzamiento que se quedara en zona de strike y pegado, Erubiel no perdonaba.
5. Santiago González
Él se me dificultó mucho por la altura. Es un pelotero muy pequeño pero que tiene unas habilidades extraordinarias de cualquier persona de talla grande.
El problema era mayor al enfrentarlo porque, aparte de su estatura tan pequeña, se agacha. De por sí batallábamos con la zona de strike y él todavía la reducía.
A mí se me complicaba mucho entrar a su zona de strike y cuando lo lograba, me macaneaba.
4. Julián Yan
Era un dominicano al que llegué a soñar. Yo estando en mi apogeo, cuando era el 'Pancho Ponches' al que nadie le ganaba, a Julián Yan cualquier lanzamiento que le hiciera me lo bateaba.
Si yo le tiraba recta pegada, jonrón por el jardín izquierdo; si le tiraba recta afuera, jonrón por el jardín derecho. Si le tiraba el tenedor, se volaba la barda también. Entonces, ¿pues qué más le lanzaba?
Una vez Julián Yan se acercó a decirme: “Pancho, tú eres uno de los pitchers que más se me facilita batearle”.
Como dicen por ahí: cada quien agarra a su pendejo, y pues esta vez me tocó a mí.
3. Carlos Sievers
Tenía un estilo muy peculiar para batear. Era zurdo, tenía mucho poder y a la vez realizaba mucho contacto.
Carlos Sievers se agachaba mucho y ponía el pie izquierdo muy pegado al home y el pie derecho totalmente abierto. Desde la loma yo le miraba todo el pecho, era como si me pusiera una carnada para que le lanzara algo al centro, porque parecía muy amplio, pero él después cambiaba de posición y atacaba con fuerza la bola si se la ponías en esa zona.
No te daba la oportunidad, a ti como lanzador, de atacar el home. Él era el que te atacaba a ti.
Se paraba tan cerquita del plato que no le podías lanzar pegado, sus puños estaban encima del pentágono cuando bateaba. Recibía muchos pelotazos por eso mismo de que se paraba pegado al home.
2. Matías Carrillo
Al principio se me complicó mucho porque yo agarré a Matías Carrillo de novato y él ya estaba en su apogeo ofensivo: por ahí de 1994 Matías Carrillo era intratable.
Se me complicó mucho al inicio, después le fui agarrando el modo, lo fui estudiando hasta que lo llegué a dominar.
Si le preguntan al 'Coyote' qué pitchers se le dificultaron más en su carrera, es muy probable que diga que Pancho Campos.
1. Óscar Robles
Se me complicaba mucho porque no le podía realizar lanzamientos en bola. Era muy selectivo y con una gran vista. Siempre que le realizaba algún pitcheo cerca de la zona de strike, él le hacía swing.
Su gran virtud es que hacía contactos muy sólidos. Para mí, dominar a Óscar Robles era que me diera una línea fuerte pero de frente a las manos, es lo único que me podía salvar.
Ése era Óscar Robles, si yo le lanzaba algo en bola o cerca del plato, él no hacía swing y terminaba dándole la base por bolas. Pocas veces lo ponché.